En los últimos tiempos ha proliferado la demanda de construir refugios seguros ante una posible catástrofe natural o nuclear. Asimismo, esta amenaza nuclear ya existía y, en mayor medida, por el mero hecho de la utilización de reactores nucleares para generar energía eléctrica. Sólo en Europa, la mayoría de países no tienen un grado de seguridad de riesgo cero en prever un accidente como se vió en Fukushima o anteriormente en Chernobyl y, mucho menos, los gobiernos han trazado un plan para salvaguardar la población en caso de que esto ocurriera. La agencia de seguridad nuclear de Francia, la cual es la más
acreditada y avanzada en Europa, concluye que la situación de riesgo y seguridad en nuestro continente es muy pésima.